viernes, 2 de febrero de 2018

Literatura Medieval II. (Drama medieval)

¡Atención! a continuación os traigo el drama medieval, pero no puedo proceder a hablaros de ella sin antes informaros de que antes del drama hubieron otras dos tendencias muy importantes (cantigas d´amigo y villancicos castellanos) que dejaré para más adelante, pues se trata de temas muucho más densos y a los que le tengo que dar una vueltita más; sin ,más demora, espero que disfrutéis de esta, la segunda parte de literatura medieval Hispánica en mi blog.




Drama medieval
No hay ninguna continuidad entre el teatro antiguo romano y el medieval. El teatro fue siempre un género muy puesto en entredicho; sobre todo entre los clérigos (la gente de religión) y más cuando el cristianismo se convierte en religión oficial; esto supone una enorme decadencia para el teatro.
Siglo IX, resurge el teatro a manera de tropos, que es una micro escena dramática que se representa en un momento del canto del aleluya del domingo de pascua con la música de fondo de dicho canto (escenas del evangelio, escena de la ida de María junto con las otras dos mujeres al sepulcro para recoger el cuerpo) En los siglos inmediatamente siguientes se van complicando para dar lo que se conoce como drama litúrgico; en estas se empieza a introducir escenas como el momento en el que se compran los trapos que no el que iban a coger el cuerpo…
Se reintroduce el teatro entre los siglos XIV – XV hasta entonces  se suprime prácticamente con totalidad el teatro debido a la mala imagen que suponía a excepción del auto de los reyes magos (adoración a los reyes magos) . Este teatro Toledano se caracteriza por estar escrito y representado en romance y era producido por el clérigo extranjero. En ellos se relatan dramas sacros con características propias de Francia; por esto suponemos que de allí procede. Sus orígenes datan de entre finales del siglo XII y principios del XIII.

Ordo prophetarum, fue una tropo muy popular en la que se recrea una escena con profetas que anuncian el nacimiento de Cristo. Estas escenas están sacadas de los escritos bíblicos usualmente.  Una de las tendencias más populares fue el de las sibilas.
Estos textos que  perduran son en su gran mayoría escritos  en latín, pues la liturgia seguía el rito romano en la mayor parte de la península.

El drama sacro aparece después de los dramas litúrgicos, estos pueden tener temas muy diversos, pero tienen siempre una relación bastante cercana a los escritos santos o a la religión.  Esto da pie a un teatro de lenguas romanas. XV.  El primer drama sacro que encontraremos será el auto de los reyes magos que se dio  sobre la segunda mitad del siglo XII.  Esto da pie a creer que fue escrito por un francés que vivía en Toledo y que trataba de recrear os escritos que se daban en su tierra. (XII - XIII) parece una tradición que no dio más fruto, pues no se han encontrado más textos así.

Los consuetas son escritos encuadernados que recogen todo tipo de información para la iglesia. Tanto es así, que se copian hasta las representaciones y el attrezzo necesario. Por casualidades como esta se conservan los textos, quizás porque hubo gente que se preocupó por encuadernarlos y conservarlos.
El drama sacro también se  representó en romance; al principio eran dramas sacros latinos pero fue modernizándose.

En los tiempos posteriores, pese a que se esperar que hubiese una trayectoria teatral rica, no se ha encontrado ninguna referencia sobre ello, por eso se creé que hasta el siglo XV no volvió  se le volvió a dar tanta importancia.

En esta etapa del siglo XV se crea la tendencia de representación muda en la que se representaba una vez más una escritora del evangelio.

A lo largo del siglo XV   vamos encontrando varios textos, entre los dos muy importantes escritos por Gomez Manrique (el nacimiento de nuestro señor y unas lamentaciones echas alrededor de semana santa).
Auto de la pasión debido a un autos llamado Alonso del campo una vez más vinculado  a Toledo, y es el más genuino de lo que pudo ser el drama sacro en Toledo.
Auto de la vida a Egipto, es otro  drama sacro de tema navideño de escritos anónimo, vinculado a Toledo y representado durante mucho tiempo por unas mojas de un monasterio en Burgos. Muy frecuentes e bibliotecas de conventos femeninos, quizás porque tuvieron mucho que ver con ellas y es tan destacarle porque las mujeres no solían ser escritoras o usuarias de escritos.

El auto de los reyes magos bien puede estar relacionado con el evangelio según San  Marcos, mas al compararlo podemos darnos cuenta de que es una interpretación más bien libre. Es polimétrico, y entre los cuales se encuentra el verso alejandrino y un verso que ha sido muy raro en España, pero no en Francia, que es el verso eneasílabo. 

Termina de una forma muy abrupta, pero una última teoría alega que es un efecto buscado por el autor y no un accidente.

El verso más común en  la poesía castellana es el octosílabo, y no es hasta el modernismo que se introduce el eneasílabo.

El auto consta generalmente  de siete escenas (se considera que se cambia de escena cuando entra  o sale un personaje de ella, de otra manera no quedan claras cuando empiezan ni acaban cada una de ellas.)  No se suele dar la descripción muy concreta de las escenas hasta el drama contemporáneo.
Por los cambios de versos de los autos de los reyes magos se separan en cinco partes.

Su función no es sólo la del entretenimiento, más bien es un teatro orientado a la educación del público hacia el cristianismo.  Hay un elemento de polémica religiosa, pues al final del acto aparecen unos rabíes discutiendo en el palacio de Herodes… el problema es que de esta manera el autor se burlaba de los judíos, los que aún había Toledo (eran una minoría), de esta manera. (Presencia de elementos anti judaicos que también viene de Francia).

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