lunes, 30 de abril de 2018

Influencia del árabe en el español - Hora de Lecturas



La influencia del árabe en el español es una de las consecuencias de la conquista peninsular de los árabes en la edad media, los mismos que permanecieron en ella desde el año 711 hasta el fin de su reconquista en el 1492.   En este periodo, como resultado del contacto entre ambas culturas, surgieron nuevas variedades culturales: por un lado, los muladíes, es decir, españoles que debido al contacto entre ambas culturas terminaron convirtiéndose al islam; por el otro, los mozárabes constituían el colectivo de  cristianos peninsulares, de hecho, se mantuvieron fieles a la religión cristiana pese a estar en continuo contacto con el islam y los musulmanes. El trato entre las culturas, a su vez, provocó que conocimientos y ciertas costumbres fueran transferidas de una a otra; esto es, se transfirieron ciertos conocimientos en los que los árabes destacaban, como lo era la ciencia (especialmente en la astrología y la medicina), la agricultura, el orden social... Por ende, se tradujeron una gran cantidad de libros de contenido docente y científico que estrecharon aún más la relación entre las lenguas y que por consiguiente, proporcionaron al castellano nuevos topónimos, sustantivos e incluso rasgos lingüísticos de origen árabe, que han llegado hasta el castellano que hoy se conoce.
La conquista se efectuó desde el sur hasta el norte de la península, por lo que las taifas principales se situaban en el sur, mejor conocido como Al-Ándalus, lo que dio lugar a una gran cantidad de topónimos que han llegado hasta nuestros días. En dichos topónimos se encuentran una serie de rasgos, características y variaciones que evidencian tanto la procedencia como la perduración de los topónimos. García Sánchez (2017) explica el cambio del sufijo –anus/ -ana que etimológicamente algunos topónimos llevaban, por el modificado –ena o por apócope –en que ha dado como resultado al transcurrió de una lengua a otra, un ejemplo de este caso sería: Jaén. Sin embargo, Toro (2006) indica la formación de topónimos mediante a recursos descriptivos, en otras palabras, son lugares que han sido nombrados según su situación o características notorias como sucede con: Mancha, procedente de mandza y cuyo significado es ‘antiplanicie’; Alcalá o Alcolea, esto es, alqualat, lo que en castellano significa‘el castillo’…Aunque Rafael Lapesa (1965: 19) va más allá y afirma que el apócope árabe afectó a los topónimos, lo que produjo que posteriormente se tomara una vocal final o se modificara la consonante.

No sería arriesgado afirmar el hecho de que los sustantivos conforman la mayor herencia en cuanto al lenguaje que se ha transmitido del árabe. Cabe destacar que no todos los préstamos entre la lengua árabe y las peninsulares ocurrieron en la edad media, pero sí la mayoría según afirma Viguera Molins (2002:50).Las palabras arábicas extraídas son aquellas que hacen referencia a nuevos elementos o conocimientos proporcionados; estos se encuentran en particular, en ámbitos como el de la medicina, la agricultura… y se encuentran hoy en día, al igual que los topónimos anteriormente tratados,  al ser insertados al castellano han sido pasados por variaciones como las que Rafael Lapesa (1965: 14 - 18) nos explica: el primer lugar, la caída de ciertas vocales en posición final, entre ellas la  /–o / final en posición enclítica  o proclítica; en segundo lugar, el apócope extremo, lo que provocó la caída de vocales intertónicas, por lo que las consonantes podían dar fin a la sílaba, como se puede apreciar en sustantivos como: sangne  o setmana; finalmente, el ensordecimiento de la consonante tras el apócope que supone una particularidad en el castellano, pues mientras que el número restante de romances mantenían sonidos consonánticos como lo son la /-p/, el castellano  optó por el sonido /-b/ o el sonido /-k/ ante el  sonido /-g/ por el que se inclinaron los hablantes del español, este fenómeno sucede con la palabras como amica  y amiga. Con todo, el autor nos aclara que el final etimológico de los sustantivos ha sido alterado por adición de una vocal paragógica o por sustitución de la consonante dura en el caso del castellano. Çabach ‘azabache’ o xac ‘jaque’.

En relación con cada uno de los puntos anteriormente tratados, los calcos fraseológicos y lingüísticos también forman parte del leguaje actual, pese a que, como sostiene Cano (apud Toro 2006) en cuanto a la fonología «Todos los estudios realizados sobre correspondencia de fonemas de una lengua a la otra han resultado negativos: los respectivos sistemas fonológicos fueron siempre impermeables el uno del otro». Por otro lado, la morfología tampoco se encuentra demasiado influenciada, aunque se podrían destacar rasgos como: la anteposición del artículo al-, la cual nos ha proporcionado palabras como almohada o albarán; el sufijo –í, con el que se forman gentilicios u otros sustantivos o adjetivos como lo son jabalí o muladí…  (Toro 2006)

A la vista queda que la influencia que el idioma árabe causó sobre las lenguas romances y entre ellas el castellano es inmenso, tal y como refuerza Cano (apud Toro 2006) «Todos los estudios realizados sobre correspondencia de fonemas de una lengua a la otra han resultado negativos: los respectivos sistemas fonológicos fueron siempre impermeables el uno al otro» por ello, cabría la posibilidad de un segundo análisis sobre el tema en el que se indague en más rasgos con los que se puede identificar dicha influencia en nuestra lengua.


Bibliografía

GARCÍA SANCHEZ, J. (11/4 /2007): «Andalucía y sus topónimos (IV)» Biblioteca Miguel de  Cervantes  <https://cvc.cervantes.es/el_rinconete/anteriores/abril_07/11042007_01.htm >               [revisado 03/04/2018] Sin paginar
LAPESA, R. (1965): «De nuevo sobre la apócope vocálica en el castellano Medieval» Crestomatía del español medieval, 1, 259-262, Madrid. <http://www.aleph.org.mx/jspui/bitstream/56789/28263/1/24-001-1975-0013.pdf  > [Revisión: 14/3/2018]
TORO LILLO, E. (2006): «La invasión árabe. Los árabes y el elemento árabe español», Biblioteca      virtual Miguel de Cervantes, < http://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/la-invasin-rabe-los-rabes-y-el-elemento-rabe-en-espaol-0/html/00b64db8-82b2-11df-acc7-002185ce6064_2.html#I_0_> [Revisión: 03/04/2018] Sin paginar
VIGUERA MOLINS, M.J. (2002): «La lengua árabe y las lenguas románicas», Revista de Filología Románica, 19, 45-54. < file:///C:/Users/LEIRE/Downloads/11592-11673-1-PB%20(1).PDF> [Revisado 14/03/2018]

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